Antes de hablar de los efectos del consumo de gluten en el cerebro de las personas celíacas es importante entender la diferencia entre un celíaco y una persona intolerante al gluten (no celíaca). En el caso del trastorno celíaco diversos estudios científicos han evidenciado su posibles consecuencias neurológicas, mientras que el segundo caso se están realizando todavía investigaciones  para saber si éstas también existen:

  • Celiaquía: es una enfermedad autoinmunitaria que afecta a alrededor del 1% de la población mundial, donde el sistema inmunológico del cuerpo reacciona de forma anómala al gluten, lo que provoca daños en el revestimiento del intestino delgado y dificulta la absorción de nutrientes esenciales. Tiene predisposición genética.
  • Intolerancia al gluten no celíaca (IGNC): es una afección donde una persona experimenta síntomas similares a los de la celiaquía después de consumir gluten, pero no tiene la respuesta autoinmunitaria característica de la enfermedad celíaca. Se estima que afecta a aproximadamente el 6% de la población mundial.

La celiaquía se puede diagnosticar mediante análisis genético o de anticuerpos en sangre, mientras que la intolerancia se suele diagnosticar por exclusión, haciendo pruebas en nuestra alimentación.

Síntomas neurológicos de la celiaquía

Además de los síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea y vómitos, la celiaquía también puede afectar al cerebro. De hecho, algunas personas con celiaquía pueden experimentar síntomas neurológicos, como dolor de cabeza, mareo, depresión, ansiedad, neuropatía periférica, convulsiones y ataxia.

Inflamación crónica

La relación entre la celiaquía y el cerebro aún no se comprende completamente, pero se cree que se debe a la inflamación crónica y la falta de nutrientes en el cuerpo. La inflamación crónica puede provocar daños en los nervios y la disfunción cognitiva, mientras que la falta de nutrientes puede afectar negativamente el funcionamiento del cerebro.

La inflamación crónica también puede afectar la barrera hematoencefálica, una barrera protectora que separa la sangre del cerebro. Si la barrera hematoencefálica se ve comprometida, puede permitir que sustancias tóxicas y microorganismos entren en el cerebro, lo que puede provocar daños neurológicos.

Los pacientes celíacos presentan cambios estructurales en regiones cerebrales responsables de la atención, memoria y procesamiento sensorial.

Falta de nutrientes

La falta de nutrientes esenciales, como las vitaminas B, el hierro y el zinc, también puede afectar la función cerebral.

Estos nutrientes son necesarios tanto para el funcionamiento adecuado del cerebro, como para la producción de neurotransmisores, que son mensajeros químicos que transmiten señales entre las células nerviosas. La deficiencia de nutrientes también puede provocar daños en los nervios y la disfunción cognitiva.

Los niños con celiaquía no tratada pueden tener deficiencias nutricionales que pueden afectar negativamente el crecimiento y desarrollo del cerebro, lo que puede provocar problemas cognitivos y de comportamiento.

Recomendaciones

En conclusión, la celiaquía puede afectar al cerebro de varias maneras, incluyendo la inflamación crónica, la falta de nutrientes y la disfunción de la barrera hematoencefálica.

Es importante que las personas con celiaquía sigan una dieta sin gluten y se aseguren de obtener suficientes nutrientes esenciales para minimizar los efectos negativos en el cerebro.

Si experimentas síntomas neurológicos, debes consultar con un médico para recibir tratamiento adecuado.

Que tu alimento sea tu medicina.

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