El bullying es un problema universal que afecta a millones de personas en todo el mundo. Desde burlas y exclusión hasta amenazas y agresiones físicas, el acoso escolar puede tener un impacto devastador en la vida de los jóvenes.

En España, según el INE, alrededor del 8% de los estudiantes de entre 12 y 18 años han sufrido acoso escolar en los últimos meses, una cifra preocupante que requiere una atención inmediata y efectiva.

La realidad del bullying en España

La realidad del bullying en España es una preocupación creciente. Las estadísticas muestran que aproximadamente hay unos 100,000 niños y adolescentes afectados en el país.

Este fenómeno, que puede ocurrir en las aulas, en los patios de recreo o incluso en línea a través de las redes sociales, tiene consecuencias graves para la salud mental y emocional de quienes lo sufren.

El bullying no es solo el acto de intimidar a los débiles, sino el miedo de los débiles de levantarse y defenderse

Impacto del bullying en la salud mental

El acoso escolar puede dejar cicatrices profundas en la autoestima y la confianza de un individuo. Los efectos psicológicos del bullying pueden perdurar durante años, afectando la salud mental y emocional de las víctimas, pero también en el resto de compañeros que observan directa o indirectamente estas situaciones.

La ansiedad, la depresión y el estrés postraumático son solo algunas de las posibles consecuencias que se han observado en quienes han vivido situaciones de acoso.

¿Qué es el Bullying?

Podríamos definir el bullying como una forma de interacción social en la que un individuo dominante (agresor) exhibe un comportamiento agresivo que pretende y de hecho logra, causar angustia en un individuo menos dominante (víctima).

En este tipo de situaciones es habitual que el agresor sea respaldado por el grupo y que la víctima se sienta indefensa y no sea capaz de salir por si misma de esa situación.

Ese comportamiento agresivo entre iguales puede desarrollarse a través de diferentes tipos de comportamiento:
1. Agresión física: directa o indirecta si distinguimos entre el ataque a la persona y el ataque a sus pertenencias.
2. Agresión verbal: directa o indirecta dependiendo si es una agresión a la persona o una agresión a través de rumores.
3. Exclusión social:  Vacío social, rechazo, ignorar a la persona o producir rumores para que sea excluida.
4. Agresión cibernética: Realizada a través de las nuevas tecnológías como las redes sociales.

Además es común que este tipo de agresiones aparezcan combinadas o se vayan alternando en el tiempo y/o aumentando su intensidad, si ningún tipo de acción de prevención o intervención es llevada a cabo.

El papel de la comunidad y la educación

Detener el ciclo del bullying no recae únicamente en los hombros de los profesionales de la psicología. La educación y la sensibilización en la sociedad son fundamentales.

Los profesores deben promover un entorno seguro y de apoyo, fomentando la empatía y el respeto entre los estudiantes.

Los alumnos tienen la oportunidad de fomentar la empatía y la inclusión entre sus compañeros, brindando apoyo a quienes puedan estar siendo víctimas de acoso y denunciando situaciones que detecten.

Los padres juegan un papel fundamental al estar atentos a posibles cambios en el comportamiento de sus hijos, y al ofrecer apoyo emocional y un ambiente de comunicación efectiva ante situaciones de acoso.

Los padres, los educadores y el resto de alumnos deben unir fuerzas para identificar y abordar cualquier caso de bullying de manera efectiva. La participación activa de alumnos, profesores y padres es esencial en la lucha contra el bullying.

El silencio frente al bullying es cómplice. Alzar la voz es el primer paso para el cambio

Abordando el bullying desde la psicología:

El bullying no es solo un problema de interacción entre pares en el ámbito escolar, sino una preocupación social que afecta la salud mental y emocional de quienes lo padecen.

Para abordar esta problemática, se han desarrollado herramientas dentro del ámbito de la psicología que muestran resultados alentadores en el tratamiento de las víctimas de acoso escolar. La Programación Neurolingüística (PNL), la Reimpronta Matricial, la  o el EFT-Tapping han emergido como poderosas estrategias para contrarrestar las secuelas del bullying.

1. Programación Neurolingüística (PNL): cambiando patrones mentales y emocionales

La PNL se centra en identificar y modificar patrones mentales y emocionales que contribuyen al sufrimiento de las víctimas de bullying. Esta técnica se enfoca en el lenguaje interno y externo que utilizamos para comunicarnos con nosotros mismos y con los demás. En PNL se trabaja con las víctimas para cambiar las percepciones negativas sobre sí mismos y el mundo que las rodea.

Por ejemplo, mediante ejercicios de visualización y reestructuración cognitiva, se ayuda a los afectados a reconstruir su autoimagen y a desarrollar estrategias para afrontar situaciones conflictivas. Al fortalecer la confianza en sí mismos, las víctimas se vuelven más capaces de resistir y superar el acoso.

2. Reimpronta Matricial: transformando creencias limitantes

La Reimpronta Matricial se enfoca en identificar y modificar creencias limitantes arraigadas en el inconsciente de las personas. En el caso del bullying, esta técnica se utiliza para cambiar la percepción que la víctima tiene sobre sí misma y sobre la situación de acoso.

En Reimpronta Matricial se trabaja con las víctimas para desafiar y modificar estas creencias, promoviendo una nueva narrativa interna más positiva y fortalecedora. Esto permite a los afectados liberarse de la carga emocional que el acoso ha dejado en ellos y les proporciona herramientas para afrontar y superar los desafíos.

3. Hipnosis Ericksoniana: accediendo al potencial del subconsciente

La Hipnosis Ericksoniana se centra en acceder al potencial del subconsciente para inducir cambios positivos en la conducta y la percepción. En el tratamiento del bullying, se utiliza para fortalecer la autoestima, reducir la ansiedad y promover la resiliencia en las víctimas.

Con la Hipnosis Ericksoniana se guía a los afectados a un estado de relajación profunda, donde pueden acceder a recursos internos y reestructurar su percepción de las experiencias traumáticas. Esto les permite afrontar el acoso desde una perspectiva más empoderada y constructiva.

4. EFT Tapping: Desbloqueando Emociones y Traumas

El EFT Tapping combina la estimulación de puntos de acupresión con la psicología moderna para liberar emociones atrapadas y desbloquear traumas. En el caso del bullying, esta técnica se enfoca en liberar la carga emocional negativa asociada con las experiencias de acoso.

Consiste en golpear suavemente con los dedos ciertos puntos específicos del cuerpo mientras se verbalizan afirmaciones relacionadas con el problema experimentado. Esta práctica ayuda a las víctimas a reducir la ansiedad, el estrés postraumático y los patrones de pensamiento negativos asociados al bullying, permitiéndoles recuperar el equilibrio emocional y la estabilidad mental.

La única manera de acabar con el bullying es detenerlo desde sus raíces: educar, prevenir y empoderar.

En Neuromotiva, Mar Sánchez, psicóloga y coach, es especialista en la aplicación de estas herramientas dentro del proceso de neuroacompañamiento de niños, jóvenes y adultos en situaciones de acoso escolar o ciberacoso. Si conoces a alguien que sufra bullying o tú vives una situación de este tipo, busca apoyo profesional, solicita una sesión:

¡Todos juntos frente al acoso!

El bullying es un problema complejo que requiere un enfoque multidimensional.

La combinación de estrategias psicológicas con la participación activa de padres, profesores y alumnos puede marcar la diferencia en la prevención y tratamiento del acoso escolar. Juntos, podemos crear entornos más seguros y empáticos donde cada individuo se sienta protegido y valorado.

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