En el natural transcurso de la vida, llega un momento en el que la preocupación por el envejecimiento comienza a ocupar un lugar en nuestros pensamientos. ¿Cómo podemos asegurarnos de que cada día que pasa siga siendo tan vibrante y lleno de vitalidad como el anterior? La respuesta se encuentra en el envejecimiento activo, un concepto que va mucho más allá de los años que acumulamos.
En este artículo, te guiaré por el fascinante mundo del envejecimiento activo, donde entrenar tu cerebro se convierte en la clave para ganar calidad de vida. Así que, prepárate para descubrir cómo mantener tu mente ágil y tu vida llena de energía, sin importar la edad que tengas.
¿Por qué envejecemos? El rol de los telómeros
El envejecimiento ha intrigado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Pero, ¿qué subyace en este fenómeno biológico? La respuesta se encuentra en los telómeros, las «tapas protectoras» que resguardan nuestros cromosomas y que desempeñan un papel fundamental en cómo envejecemos.
Los telómeros, como guardianes de la información genética, evitan que los extremos de los cromosomas se deterioren o fusionen entre sí. Imagina a los telómeros como los extremos de los cordones de tus zapatillas, previniendo que se deshilachen. Sin embargo, cada vez que una célula se divide, los telómeros se acortan, las células eventualmente alcanzan un punto crítico y es entonces cuando pueden dejar de funcionar correctamente o incluso entrar en senescencia, un estado en el que ya no se dividen.
La senescencia celular es una parte natural del proceso de envejecimiento, pero su acumulación contribuye a la disminución de la función de los tejidos y órganos.
Los telómeros, por lo tanto, son un indicador crucial del envejecimiento celular. Estudios científicos han demostrado que las personas con telómeros más cortos tienen una mayor predisposición a enfermedades relacionadas con la edad, como enfermedades cardíacas, diabetes y deterioro cognitivo. El estrés crónico y los hábitos poco saludables aceleran el acortamiento de los telómeros, de ahí la importancia de practicar el envejecimiento activo.
¿Cómo cuida y protege tu cerebro el envejecimiento activo?
El envejecimiento activo es más que un simple deseo de mantenerse físicamente en forma. Se trata de mantener tu mente ágil, tu curiosidad viva y tu intelecto despierto.
Imagina tu cerebro como un músculo, y la neurogénesis junto con la plasticidad cerebral como el entrenamiento que lo mantiene en forma.
1. Neurogénesis: el potencial de crecimiento del cerebro a cualquier edad
Antiguamente, se creía que la neurogénesis, el proceso de formación de nuevas neuronas, se limitaba a etapas tempranas de la vida. No obstante, los estudios han demostrado que nuestro cerebro es capaz de generar neuronas nuevas a lo largo de toda nuestra existencia, incluso en edades avanzadas. Esto es posible gracias a la asombrosa neurogénesis adulta.
En la década de 1950, Rita Levi-Montalcini descubrió el factor de crecimiento nervioso (NGF). Esta proteína esencial desempeña un papel crucial en el crecimiento y supervivencia de las neuronas. Tal fue su impacto que en 1986 recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, convirtiéndose en la primera mujer en lograrlo. Más allá de su logro científico, Rita fue la auténtica personificación del envejecimiento activo, manteniendo una mente absolutamente lúcida y dando clases y conferencias hasta su fallecimiento a los 103 años.
La estimulación de la neurogénesis es una esfera esencial del envejecimiento activo. Mantener la mente ágil, aprender nuevas habilidades y participar en desafíos promueve la producción de neuronas. Investigaciones en humanos y animales han revelado que un entorno enriquecido, con interacción social, exploración y aprendizaje, fomenta la generación de neuronas en el hipocampo.
Además, el ejercicio físico desempeña un papel crucial en la neurogénesis, actividades aeróbicas como caminar o nadar aumentan la producción de neuronas en el cerebro adulto. El ejercicio no solo impulsa la circulación sanguínea y el aporte de oxígeno al cerebro, sino que también libera factores de crecimiento que estimulan la supervivencia y el desarrollo neuronal.
El cuerpo se me arruga, es inevitable, pero no el cerebro. Mantén tu cerebro ilusionado, activo, hazlo funcionar y nunca degenerará.
Rita Levi-Montalcini
2. Plasticidad cerebral: puedes modificar tu propio cerebro
La plasticidad cerebral se refiere a la asombrosa capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse en respuesta a nuevas experiencias, aprendizaje y desafíos. Es esencial para un verdadero envejecimiento activo, ya que permite mantener la mente aguda y flexible a medida que envejecemos.
La plasticidad cerebral también desempeña un papel importante en la adaptación a las lesiones cerebrales o al deterioro cognitivo por enfermedades o envejecimiento natural. Por ejemplo, cuando una parte del cerebro se daña, otras áreas pueden asumir funciones adicionales o reorganizar sus conexiones para compensar la pérdida, manteniendo así, en la medida de lo posible, nuestra calidad de vida.
Diversos estudios han demostrado que las personas que participan en actividades cognitivamente estimulantes a lo largo de sus vidas tienen una menor tasa de declive cognitivo relacionado con la edad. La combinación de aprendizaje continuo, interacción social, desafíos intelectuales y ejercicios mentales mantiene al cerebro en un estado de constante adaptación y crecimiento. Esto no solo se aplica al aprendizaje académico, sino también a la adquisición de nuevas aficiones, la práctica de habilidades artísticas o incluso la resolución de problemas cotidianos.
Entrenamiento cognitivo: tu gimnasio para el cerebro
Como acabamos de ver, el entrenamiento y estímulo cognitivo son claves tanto para la neurogénesis como para la plasticidad cerebral, bases de un envejecimiento cerebral activo y saludable.
Si deseas un cerebro en forma, ¡entrenarlo es la clave! Al igual que trabajas en tu condición física en el gimnasio, el entrenamiento cognitivo es esencial para un envejecimiento activo. Juegos mentales, rompecabezas y programas diseñados para ejercitar diferentes habilidades cognitivas son como pesas para tu cerebro. Estos desafíos ayudan a mantener tus habilidades de pensamiento crítico, memoria y concentración en óptimas condiciones.
En Neuromotiva llevamos más de 10 años desarrollando e impartiendo nuestro propio método patentado de estimulación y entrenamiento mental para adultos:
Bienestar emocional y salud cerebral
El envejecimiento activo no solo se trata de desafiar tu mente con nuevas experiencias; también implica cuidar de tu bienestar emocional. El estrés crónico y la ansiedad tienen un impacto negativo en tu salud cerebral a largo plazo. Cuando te enfrentas a situaciones estresantes, tu cuerpo libera hormonas que, si se liberan en exceso, pueden dañar las células cerebrales.
Recientes estudios han comenzado a vincular la falta de sueño reparador y el estrés crónico a mayores tasas de incidencia de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer o el Parkinson.
Existen diferentes técnicas y herramientas para aprender a lidiar con el estrés y la ansiedad, siendo una de las más eficaces la práctica de la relajación y la meditación.
El envejecimiento activo y la prevención del Alzheimer
La prevención del Alzheimer es uno de los aspectos más apremiantes del envejecimiento activo. El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y la función cognitiva, tiene una incidencia cada vez mayor en la sociedad actual.
El Alzheimer es una enfermedad mental incurable que va degenerando las células nerviosas del cerebro y disminuyendo la masa cerebral, de forma que los pacientes muestran un deterioro cognitivo importante que se manifiesta en dificultades en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para la resolución de problemas sencillos de la vida cotidiana.
Las primeras lesiones pueden aparecer unos 15 o 20 años antes de que se muestre algún síntoma, y aparecen en la región del cerebro llamada hipocampo, que se encarga, entre otras cosas, del aprendizaje y la formación de nuevas memorias. De ahí, la patología se extiende a otras partes del cerebro, apareciendo el deterioro cognitivo, que finalmente desemboca en demencia.
En España hay 800.000 personas afectadas por la enfermedad (según la Sociedad Española de Neurología) y más de 5.000.000 de personas entre quienes la padecen y sus familiares cuidadores. Se estima que hay 47 millones de personas en todo el mundo, según la OMS, que actualmente padecen la enfermedad.
Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida
Pablo Picasso
La nutrición que alimenta tu cerebro
La relación entre la alimentación y el envejecimiento activo es innegable. Los neuroalimentos, ricos en nutrientes esenciales, son como el combustible que tu cerebro necesita para brillar:
- Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón, son como aceites refinados que mantienen el motor de tu cerebro funcionando sin problemas.
- Los antioxidantes, abundantes en frutas y verduras coloridas, son como escudos protectores que combaten los radicales libres que pueden dañar las células cerebrales.
Consulta nuestro artículo sobre cómo cuidar el cerebro a través de la alimentación, pinchando aquí: neuroalimentos.
El poder del descanso y el sueño
Mientras persigues un envejecimiento activo, no subestimes el papel crucial que desempeña el descanso y el sueño en tu salud cerebral. Durante el sueño, tu cerebro se somete a un proceso de limpieza y reparación, eliminando toxinas y consolidando recuerdos.
La falta de sueño puede tener un impacto negativo en la función cognitiva, la memoria y el estado de ánimo. Así que, asegúrate de priorizar un sueño de calidad como parte integral de tu enfoque de envejecimiento activo.
La conexión social y el estímulo mental
Nuestra evolución como seres sociales está intrínsecamente conectada con nuestro bienestar mental y cerebral.
El contacto social regular y el compromiso con actividades grupales estimulan áreas clave del cerebro, fortaleciendo las conexiones neuronales y mejorando la función cognitiva. Las conversaciones, los debates y el intercambio de ideas son como un entrenamiento mental colectivo que mantiene tu cerebro en óptimas condiciones.
La importancia de los objetivos y la curiosidad
Mantener tu mente curiosa y establecer objetivos estimulantes son elementos esenciales del envejecimiento activo. Los objetivos te brindan un sentido de propósito y dirección, mientras que la curiosidad constante te lleva a explorar nuevas áreas de interés.
Ya sea aprender a tocar un instrumento musical, dominar un nuevo idioma o explorar la historia del arte, cada objetivo alcanzado y cada pregunta respondida expanden los horizontes de tu mente.
En nuestro programa Neuromotiva® Adultos, trabajamos diferentes áreas cognitivas como son el lenguaje, la orientación, la memoria, la atención-concentración y el cálculo (a través del uso del ábaco japonés o soroban)
En resumen, el envejecimiento activo es un viaje lleno de oportunidades para nutrir tu mente, tu cuerpo y tu espíritu. Mantén tu cerebro en movimiento, desafía tus límites y abraza nuevas experiencias. Recuerda que tu cerebro es una herramienta poderosa que se beneficia del entrenamiento constante, la nutrición adecuada, el descanso reparador y la conexión con otros seres humanos.
A medida que avanzas en tu camino de envejecimiento activo, no solo estarás ganando calidad de vida, sino también cultivando una sabiduría única y profunda.